Cuando imparto mis clases, nunca dejo de comparar las similitudes que
existen entre nuestras relaciones de pareja y la relación de una empresa con sus clientes.
Cuando llegamos a la adolescencia y nos damos cuenta que ya no solo nos gusta el
sexo opuesto, sino que nos percatamos que tenemos un servicio que
vender... nuestros servicios amorosos.
El “target” a veces está bien definido hombre o mujer, delgados,
rellenitas, bajitos, altas, de una clase social, de una profesión, etc. En
otros casos [muy particulares] no la tienen tan clara, cualquier cosa que tenga pelo o que se mueva
vale.
Algunos, muy inteligentes por cierto, aprenden de los mejores y realizan benchmarking
de las mejores prácticas y estrategias para atraer el sexo opuesto, en fin, el
objetivo es lograr captar la atención de la otra persona para que luego puedan
enamorarse de nosotros y tener una relación, que según los objetivos del
ofertante puede ser transaccional o relacional.
En el Blog de Gente
Merca leí acerca del término Love Branding, ellos lo definen de la siguiente manera:
“Acciones de las marcas enfocadas a obtener el amor (y
todo lo que esto conlleva) de sus consumidores;” ellos ante este planteamiento
consideran que las marcas están cometiendo un gran error ya que supone una
relación unilateral en la que las personas terminan siendo el objetivo como
siempre.
La propuesta se basa en no solo obtener amor de los consumidores
(convertirlos en fans de nuestras marcas), se basa en que debemos dar para
recibir, pasando de un marketing relacional donde somos amigos de nuestros
clientes, a un MARKETING DEL AMOR, donde llegamos a un nivel superior de
relación.
El siguiente video propone como una campaña sencilla puede lograr un
efecto positivo en nuestro “target”:
Jesús Gatell, presidente de
los hoteleros de Madrid, España , lo dejó claro en su segundo libro, Marketing del amor (2006) "En los ochenta,
existía el marketing de masas, que se
dirigía a una población entera", explica el hotelero, "en los
noventa, marketing de segmentos: a
jóvenes, a gente de un determinado sector... Y ahora hemos de buscar el marketing personal.
Hay que despertar los buenos sentimientos del cliente. No vendemos
productos ni marcas, hacer eso es un error. Tenemos que ser capaces de
despertar una emoción, una sensación, un recuerdo, cosas del corazón. Y para
conseguir eso hay que dirigirse al huésped [cliente] con:
·
sinceridad,
·
generosidad,
·
cercanía y
·
amabilidad.
¿Acaso no hace eso una persona cuando está enamorada?", pregunta el
profesor Gatell. "Pues eso, hagamos el marketing del amor. Todo el tiempo del mundo para nuestro
cliente", finaliza la lección.
1. Dota a tus empleados de las herramientas adecuadas: a pesar de las divisiones internas de una compañía, un cliente sólo tiene una relación con una marca, y tiene que ser perfecta. Por eso, las herramientas de información son tan vitales. Transfieren datos que han sido recogidos automáticamente o a través de formularios, permitiendo salir de esa conversación impersonal, corporativa y pesada para conseguir una conversación humana. Además, los dispositivos portátiles están permitiendo sacar estos datos, más allá de los centros de atención telefónica.
2. Deja que el cliente sepa que le has reconocido, y después escucha: los humanos, de forma inconsciente, somos muy buenos, generalmente, en lanzar la cantidad de información personal adecuada en una conversación personal. Y las compañías tienen que hacer lo mismo. Puede ser que hayan recopilado un montón de datos sobre un cliente, pero sólo hay que hacer referencia a aquellos que sean pertinentes en ese momento. Así, se consigue que el cliente deje de estar a la defensiva y se sienta cómodo, estableciendo una relación personal, humana, y no meramente transaccional con la compañía.
3. Deja que el cliente sienta que tiene el control: En el futuro, las tiendas empezarán a ser mucho más transparentes sobre sus métodos de recogida de datos y utilizarán los datos de forma mucho más apropiada. Darán más opciones a los clientes para que puedan controlar cuánto comparten y cómo se utilizará esa información. Sea quien sea quien recoja esta información el cliente siempre lo verá como sus datos y espera que sean tratados como propios.
Referencias:
Elpais.com
Muy interesante esta informacion, aunque a veces hay clientes dificil de enamorar,,, pero es ahi donde tenemos que ser perseverantes.
ResponderEliminarAdemas..Sera, que todo tipo de tiendas que se puede aplicar el "Love Marketing"?
Considero que sí Maritza.... hay que estudiar a profundidas nuestros clientes, e identificar que les enamora. Buscar la manera de mantener una comunicación fluída no es tan fácil pues requiere un buen manejo de la cartera de cliente e inversión en la generación de valor pero los pequeños emprendedores nos sobran las sonrisas y el afecto, siga adelante ;)
EliminarEn una conferencia escuche que la expositora dijo: la forma de llegar a la billetera de nuestros clientes es a través de su corazón y este lo pueden tocar a través de sentimientos, ya sean nostálgicos, usando a su familia, sus pasiones, sus miedos, etc. un ejemplo que puso es: ¿por qué muchas personas pagan mucho dinero para ver un partido de fútbol en un estadio, con una camiseta cara y comprando comida sobrevalorada si puede ver el mismo partido en su casa y desde su televisor sin pagar nada, sin necesidad de comprar una camiseta y comiendo comida casera hecha al gusto, la respuesta es simple; porque eso no lo hace emocionarse de la misma manera, eso llega a la parte intangible que es la parte emocional, "nuestro corazón" si se buscara utilizar la parte racional, un análisis tangible como el mencionado, no lograríamos los mismos resultados, pero la verdad es que los seres humanos somos muy emocionales y es una ventaja para quienes saben aprovecharlo.
ResponderEliminarMuy cierto!!! he allí la irracionalidad del consumidor!
EliminarY eso lo comparamos con las parejas a nuestro alrededor, como dice el dicho "la suerte de la fea la bonita la desea" por algo será ;)
Saluditos Ivan muy buen aporte :D